Justamente definido como "el Apolo de los perros" (sus orígenes se remontan a cruzamientos entre mastines y galgos), el Dogo, de aspecto imponente, majestuoso y elegante, es uno de los gigantes de Ias razas caninas. Con una alzada a la cruz de 80 centímetros, un peso que supera los 80 kilos, dotado de buena velocidad, es el guardián ideal para una casa en el campo donde su presencia sólo puede atemorizar a los extraños. Realmente temido como perro de guardería y defensa es al mismo tiempo muy afable con quien le es amigo, resultando algo corriente verlo jugar con los niños. Una de las características típicas de la raza es la variedad de pelaje que puede ser de diferentes colores: leonado, atigrado, negro, azul, arlequín.